When this mock FBI poster with the faces of twenty “wanted” men was printed, only President Richard Nixon had not yet been “apprehended.” The group’s downfall began on January 30, 1973, when the five Watergate burglars—James McCord (1924– 2017), Virgilio González (1926–2014), Bernard Barker (1917–2009), Eugenio Martínez (c. 1922–2021), and Frank Sturgis (1924–1993)— were convicted and sentenced. Gordon Liddy (1930–2021) and E. Howard Hunt (1918–2007), former FBI and CIA agents, respectively, were arrested for organizing the break-in. Both were convicted of burglary, wiretapping, and conspiracy.
In March 1973, McCord was the first to admit that he and the other defendants had been pressured to plead guilty and perjure themselves to cover up the involvement of White House aides and employees of the Committee to Re-Elect the President. After this revelation, the rest of the men shown here soon found themselves indicted on various criminal charges. It was clear that Nixon was involved—and the next step would be to prove it.
Cuando se imprimió esta imitación de un cartel del FBI con los rostros de veinte hombres “Se buscan”, solo faltaba “capturar” al presidente Richard Nixon. La ruina del grupo comenzó el 30 de enero de 1973, cuando los cinco ladrones de Watergate—James McCord (1924–2017), Virgilio González (1926–2014), Bernard Barker (1917–2009), Eugenio Martínez (c. 1922–2021) y Frank Sturgis (1924– 1993)—fueron condenados y sentenciados. Gordon Liddy (1930–2021) y E. Howard Hunt (1918–2007), antiguos agentes del FBI y la CIA, respectivamente, fueron arrestados por organizar el robo con allanamiento. Ambos fueron condenados por robo con allanamiento, escuchas telefónicas y conspiración.
En marzo de 1973, McCord fue el primero en admitir que él y otros acusados habían sido presionados para declararse culpables y jurar en falso para así encubrir la implicación de los asesores de la Casa Blanca y de los empleados del Comité por la Reelección del Presidente. Tras esta revelación, al resto de los hombres que se muestran aquí se les imputaron varios cargos penales. Estaba claro que Nixon estaba involucrado, y el siguiente paso era demostrarlo.
